25 feb 2014

Buscando un puente

El Puente, de Amalia Bautista:

«Si me dicen que estás al otro lado
de un puente, por extraño que parezca
que estés al otro lado y que me esperes,
yo cruzaré ese puente.
Dime cuál es el puente que separa
tu vida de la mía,
en qué hora negra, en qué ciudad lluviosa,
en qué mundo sin luz está ese puente,
y yo lo cruzaré.»


19 feb 2014

Una tarde con Salinas

Tarde de sombras. De lágrimas. Buscando un refugio, un consuelo. Un libro con páginas amarillentas. Lleva conmigo muchos años. Nos conocemos bien. Sabe -y entiende- que acudo a él sólo cuando lo necesito. No leo a Salinas por placer. Lo hago por necesidad. Y hoy, hoy más que nunca, le necesitaba. Ha bajado de la estantería a la mesita de noche y ahí se ha encontrado con Kundera y su Insoportable levedad del ser. Insoportable leer ahora a Kundera, insoportable seguir leyendo la historia de Tomás y el desconsuelo de Teresa. Hoy no. Esta tarde sólo la podía pasar con Salinas. Este poema, el último de La voz a ti debida, es para ti, a quien yo siempre deberé mi voz y mi sonrisa:

«¿Las oyes cómo piden realidades,
ellas, desmelenadas, fieras,
ellas, las sombras que los dos forjamos
en este inmenso lecho de distancias?
Cansadas ya de infinidad, de tiempo
sin medida, de anónimo, heridas
por una gran nostalgia de materia
piden límites, días, nombres.
No pueden
vivir así ya más: están al borde
del morir de las sombras, que es la nada.
Acude, ven conmigo.
Tiende tus manos, tiéndeles tu cuerpo.
Los dos les buscaremos
un color, una fecha, un pecho, un sol.
Que descansen en ti, sé tú su carne.
Se calmará su enorme ansia errante,
mientras las estrechamos
ávidamente entre los cuerpos nuestros
donde encuentren su pasto y su reposo.
Se dormirán al fin en nuestro sueño
abrazado, abrazadas. Y así luego,
al separarnos, al nutrirnos sólo
de sombras, entre lejos,
ellas
tendrán recuerdos ya, tendrán pasado
de carne y hueso,
el tiempo que vivieron en nosotros.
Y su afanoso sueño
de sombras, otra vez, será el retorno
a esta corporeidad mortal y rosa
donde el amor inventa su infinito.»

16 feb 2014

Mi MIR (1-02-2014)

Hace muchos meses que no escribo en el blog, y desde la última entrada han pasado muchas cosas. Los últimos exámenes de la carrera, la Licenciatura, cerrar mis seis años fuera y volver a casa. Y una vez me instalé en casa, empezar con el estudio del MIR. Hoy retomo el blog justamente para contar cómo ha sido mi MIR, el MIR 13/14, qué me ha parecido y cómo ha sido el resultado.

Hace hoy quince días que tuvo lugar el examen. La mañana del día 1 de febrero me levanté tarde, desayuné con mucha calma, revisé que tenía todo lo necesario (bolígrafos, clips, botella de agua, chocolatinas...) y escuché varias veces esta canción (http://www.youtube.com/watch?v=QKcxhQZxvdw). Almorcé a la una de la tarde, lo mismo que venía comiendo cada sábado de simulacro desde hacía varias semanas, para que ese día todo fuera rutina. Me cambié, cogí mis cosas y salí de casa.

Una vez llegó el autobús, conseguí sentarme y sacar de mi mochila un libro de poemas que me habían regalado el verano pasado. El libro es Poesía urbana, de Luis García Montero. Lo abrí y me puse a leer:

«Que tengas un buen día,
que la suerte te busque
en tu casa pequeña y ordenada
que la vida te trate dignamente.»

Decidí bajarme una parada antes de la que me tocaba y me puse a caminar buscando la Facultad de Derecho, donde me examinaba. Vi furgonetas de la televisión y mucha gente ya esperando. Me encontré con varios compañeros, nos abrazamos, nos deseamos suerte y por fin llegué a mi sitio. Aula 00.5, busqué mi nombre en la lista. Estaba tranquilo.

Fuimos muy puntuales, a las 16:00 estábamos todos en el aula (faltaron nueve personas) y me tocó ser testigo de cómo abrían la caja. La abrimos, sacamos el sello de la mesa, los cuadernos de exámenes, los de imágenes y las plantillas de respuestas. Todo listo. Empezamos el examen.

Como venía haciendo en los últimos simulacros, empecé por el bloque de estadística y epidemiología; preguntas típicas: ensayo clínico, sesgos, tipos de estudios, interpretar el valor p, meta-análisis, etc. Luego vinieron oftalmología, derma, otorrino y psiquiatría. Llegué a la pregunta 225 y pasé lo que llevaba a la plantilla. Una vez hecho, seguí por la pregunta 35, la primera sin imagen. Y me encontré con el bloque de preguntas básicas: farmacología, bioquímica, anatomía, genética... Preguntas muy variadas, algunas fáciles, otras muy raras y otras de pura memoria que o sabías o nada. Creo que el hecho de que el examen empezara por este bloque es el que ha hecho que muchos opositores hayan considerado el examen de este año como difícil o raro. Aunque la media y la mediana no han bajado mucho respecto al año pasado. Yo creo que ha sido un examen normal.

A mitad de examen, serían más o menos las 6, paré para ir al baño y poder tomar un poco de aire. En mi aula hacía bastante calor. La chica que me acompañó fue muy amable, me preguntó cómo lo llevaba y me dio ánimos. Volví al aula y continué.

Mi impresión general a lo largo del examen es que éste estaba lleno de preguntas de temas clásicos del MIR (sarcoidosis, empiema pleural, leishamaniasis, cáncer de próstata, artritis reumatoide, etc.). Muchas preguntas me sonaban, aunque no tuviera clara la respuesta, en casi todas descartaba alguna opción y en muchas de ellas pensaba "esto lo han preguntado en un simulacro". Esta sensación me acompañó durante casi todo el examen y me di cuenta de que había acertado al elegir academia y de que estaba bien preparado (aclaro que elegí CTO y que me siento muy agradecido por todo el trabajo que han hecho para que el MIR me haya ido bien). Creo que la clave de una buena preparación del MIR para una academia es justamente ésa: que los alumnos vean el MIR y sus preguntas como un simulacro más, como lo que han venido haciendo durante los últimos meses. Y creo que CTO lo consiguió.

El tiempo pasó rápido y me quedaba algo más de una hora cuando terminé la parte sin imágenes. Aquí empezó la parte que para mí fue más dura. Algunas preguntas se sacaban sin mirar las imágenes y ahí no tuve problemas, pero en otras había que pararse muy bien a mirar e intentar descifrar qué pasaba. No supe leer una placa de tórax, me costó bastante tiempo ver el famoso catéter (aunque al final fallé la pregunta), la señora sin pestañas para mí tenía una cara muy normal (aquí acerté), el electrocardiograma no hacía falta leerlo (aquí me sentí feliz) y, por último, las dos últimas preguntas del examen, las que ya son famosas. Estoy seguro que el día de mañana muchos diremos "Yo hice el MIR en el que pusieron la curva de Kaplan-Meier". Os copio la imagen porque merece la pena: 
Imagen 17 del MIR 13/14: ¿Pero qué broma es ésta?
Aunque había visto curvas de este tipo durante la carrera, creo que era lo último que hubiera estudiado para el MIR. Además las preguntas eran complicadas, con respuestas largas y confusas... me arriesgué y fallé las dos, aunque una de ellas puede ser impugnable. Había que intentarlo.

Acabé con el tiempo justo para repasar algunas preguntas que había dejado en blanco (al final dejé sólo tres) y revisar que no me hubiera equivocado en la plantilla de respuestas. En los simulacros de la academia siempre había terminado media hora antes, sin embargo, el día del MIR, me sobraron un par de minutos nada más.

Cuando se acabó el tiempo y todos entregaron el examen yo me tuve que quedar para firmar el acta y ver cómo cerraban el sobre con nuestras hojas de respuestas. Cuando terminamos salí y allí estaban mis padres, mi hermana y mi primo y su novia esperándome. Todo había acabado. Toda la angustia y los nervios que no había tenido antes y durante el examen me vinieron en ese momento. Me abracé a mi familia y empecé a sentirme mejor. Después vi a mis compañeros de academia y todos nos abrazamos, nos felicitamos y nos fuimos a cenar y a celebrar que el MIR se había acabado.

Ahora, quince días más tarde, el MIR queda como algo lejano. Ya tenemos las plantillas provisionales de respuestas, las impugnaciones ya están hechas y las academias ya te estiman tu puesto. Estoy contento, muy contento. Si todo sigue como está, podré elegir la especialidad que quiero. Espero que así sea. Lo mejor está por llegar. Aprovecho para dar las gracias a todas las personas que me han acompañado estos meses, por aguantarme y porque este éxito también es vuestro. Y a los que se acordaron de mí y me llamaron o me mandaron mensajes para desearme suerte. ¡Gracias a todos!

P.D. Si alguien que está preparando el MIR pasa por aquí y ha tenido el valor de leer hasta el final, mucho éxito. La clave para triunfar está en el trabajo duro y constante. Mucho desglose, muchos simulacros y mucho manual (en este orden). ¡Ánimo a todos!