3 oct 2012

Para estudiar Pediatría, ¿qué mejor?


Estudiar Pediatría es un reto para todos los estudiantes de Medicina. Enfrentarse con una asignatura, casi siempre anual, que incluye temas de lo más variado exige bastante tiempo y dedicación. Y si uno quería estudiarla bien, buscar un buen libro era una tarea casi imposible. Y no porque no existan magníficos tratados de Pediatría (Nelson, Cruz, etc.), sino porque debido a su extensión, era casi imposible que un estudiante de 5º o 6º tuviera el tiempo necesario para ellos.

Esta situación era la habitual hasta el año pasado, cuando la editorial Elsevier se decidió a traducir al castellano la obra «Nelson. Pediatría Esencial». ¡Por fin un texto de Pediatría al alcance de los estudiantes! Se podría pensar que este Nelson es un compendio, un resumen de los dos volúmenes del Tratado; pero no es así. Los mismos autores de éste llevan años publicando un libro enfocado para los estudiantes que se enfrentan a esta asignatura, así como para los residentes jóvenes de la especialidad. El «Pediatría Esencial» cumple con el propósito de sus autores de convertirse en una alternativa al tratado y es una herramienta ideal para estudiar.

El libro está estructurado en veintiséis secciones que repasan lo más importante del desarrollo normal y de la patología del niño, agrupado por aparatos y sistemas. Además de abordar las secciones clásicas de la patología infantil (enfermedades del aparato digestivo, respiratorio, alergias, problemas traumatológicos, etc.), el libro incluye algunos temas que me han llamado especialmente la atención. En las primeras secciones se hace mención a situaciones que muchas veces pasan desapercibidas durante la carrera. Por ejemplo, se abordan problemas conductuales y psiquiátricos específicos de la infancia; se dan pautas para los cuidados paliativos del niño y los temas relacionados con el final de la vida. Y se tratan aspectos sociales como los nuevos modelos de familia, la identidad de género y los problemas típicos de la adolescencia.

Además, este libro destaca por el gran número de tablas que incluye, lo que lo convierte en una referencia para repasar o consultar algún tema concreto en poco tiempo. El único pero que se le puede poner es el reducido número de imágenes que tiene (excepto en las secciones de dermatología y ortopedia), pero eso no resta ni un ápice de calidad a la obra.

Por ello, recomiendo a todos los que tengan que enfrentarse a la Pediatría que le echen un vistazo a este libro y lo tengan bien a mano para su estudio.