Estudiar
Pediatría es un reto para todos los estudiantes de Medicina. Enfrentarse con
una asignatura, casi siempre anual, que incluye temas de lo más variado exige
bastante tiempo y dedicación. Y si uno quería estudiarla bien, buscar un buen
libro era una tarea casi imposible. Y no porque no existan magníficos tratados
de Pediatría (Nelson, Cruz, etc.), sino porque debido a su extensión, era casi
imposible que un estudiante de 5º o 6º tuviera el tiempo necesario para ellos.
Esta
situación era la habitual hasta el año pasado, cuando la editorial Elsevier se
decidió a traducir al castellano la obra «Nelson. Pediatría Esencial». ¡Por fin
un texto de Pediatría al alcance de los estudiantes! Se podría pensar que este
Nelson es un compendio, un resumen de los dos volúmenes del Tratado; pero no es
así. Los mismos autores de éste llevan años publicando un libro enfocado para
los estudiantes que se enfrentan a esta asignatura, así como para los
residentes jóvenes de la especialidad. El «Pediatría Esencial» cumple con el
propósito de sus autores de convertirse en una alternativa al tratado y es una
herramienta ideal para estudiar.
El
libro está estructurado en veintiséis secciones que repasan lo más importante
del desarrollo normal y de la patología del niño, agrupado por aparatos y
sistemas. Además de abordar las secciones clásicas de la patología infantil
(enfermedades del aparato digestivo, respiratorio, alergias, problemas
traumatológicos, etc.), el libro incluye algunos temas que me han llamado
especialmente la atención. En las primeras secciones se hace mención a
situaciones que muchas veces pasan desapercibidas durante la carrera. Por
ejemplo, se abordan problemas conductuales y psiquiátricos específicos de la
infancia; se dan pautas para los cuidados paliativos del niño y los temas
relacionados con el final de la vida. Y se tratan aspectos sociales como los
nuevos modelos de familia, la identidad de género y los problemas típicos de la
adolescencia.
Además,
este libro destaca por el gran número de tablas que incluye, lo que lo
convierte en una referencia para repasar o consultar algún tema concreto en
poco tiempo. El único pero que se le
puede poner es el reducido número de imágenes que tiene (excepto en las
secciones de dermatología y ortopedia), pero eso no resta ni un ápice de
calidad a la obra.
Por
ello, recomiendo a todos los que tengan que enfrentarse a la Pediatría que le
echen un vistazo a este libro y lo tengan bien a mano para su estudio.